Si he de perecer al abrigo de este manantial,
abrupto, dominante, de fluido reino.
Que no me vuelva loza de mármol,
su frío carácter de primavera postergada,
que deje que el despertar del sol me sonría,
que la luna en su guardia me bese
mientras sus aguas me acarician el descanso...

lunes, 20 de marzo de 2017

Ahora


Ahora

Ahora están sordos los colores
fluyen bajo el acoso de la luz
hechos jirones fragmentados.
Hay un eco sordo de espumas,
tras el ceño del reacio amanecer.
Abren vagas sombras de quietud,
rasgan la nitidez de este amor…,
por su tierra, por su mar cerrada..,
en el viajero arrepentido instante
del deseo…, implacable su ímpetu
bajo las cenizas de los despojos.
Sus ojos humean caducada dicha.
No fue su sino respirar eternamente.  

Ahora las hojas de rostro dulce
pasean con sus alas el mirar azul
en la oración del discreto cielo…,
quedan en las ramas.., verde danza,
aureola brillante en el espeso aire.
Se solapa la lluvia tras el espíritu
tranquilo de las flores de marzo.
Oscuro capricho el de la herida
oprimida, que como alondra cae
cantando nostalgias, llantos de laúd,
desgarrados vagan, de lento rumor,
delimitando la sed de la amargura,
en vivir esperanzada por tenerte.  

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