Si he de perecer al abrigo de este manantial,
abrupto, dominante, de fluido reino.
Que no me vuelva loza de mármol,
su frío carácter de primavera postergada,
que deje que el despertar del sol me sonría,
que la luna en su guardia me bese
mientras sus aguas me acarician el descanso...

jueves, 23 de marzo de 2017

Dormida


Dormida

Otro más, un  día, como los demás
vive en mí, como cualquier otro,
y sin embargo, me quiere atrapar…
¡Atrapar digo!, Trae en su envoltorio
sueño de mil lunas recostadas al sol.
Y yo, ciega me voy sin voluntad
hacia su sedante pecho, insinuante…,
¡Maliciosa sonrisa la de Morfeo!
Tanto tiempo queriendo atraparte,
y hoy hurgas en mi sonrosada prisa,
diosa ladina y esquiva…, ¡La prisa!...
¡Vuelve aquí ahora mismo, te digo!
Levántame de esta playa arropiera,
sus bucles me cubren de primavera,
me dan a beber el sueño de las flores
de invierno, y dormida  me quedo.

¿Alguien osa a bien en despertarme?,
Son de terciopelo estos brazos…,
¡Ay, que bien sabe esta dulce miel!,
Hay siete maravillas…, ¡Siete digo!,
Pues ganas de contar no tengo…,
soñar, soñar dormida a ser posible.
El gozo de la mañana me ilumina
con sus luceros del alba despiertos…,
y yo, dormida, ni el aliento estridente
de las campanas en cuadrilla,
logran que habrá mis ojos a este día.
_Mira que trae hoy hachas el aire,
afiladas y cortantes, no te despiertes _,
Me dice Morfeo, con su voz profunda.
 Dormida en el estanque de sus tranquilas
 aguas…, estoy,  ¡Despiértame si puedes!. 

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