Si he de perecer al abrigo de este manantial,
abrupto, dominante, de fluido reino.
Que no me vuelva loza de mármol,
su frío carácter de primavera postergada,
que deje que el despertar del sol me sonría,
que la luna en su guardia me bese
mientras sus aguas me acarician el descanso...

lunes, 16 de abril de 2018

Página en blanco



Página en blanco

Desenfunda el adiós hiriente
su espada de afilada hoja,
al gris pedestal sosteniéndome.
Agrieta la pesadez de los años
reunidos en la rota comisura
de mi boca, el rictus amargo,
por eso que se va para siempre,
y me sonríe tu gubia al tallar
el cambio, que tú en mí esculpes.   

La pintura guiña al pincel
que rige el color de tu vida.
Podría ser pluma, bolígrafo
con tu reseña en su sangre
impresa…, es vida, espacio,
línea, que a mí me dibuja
toda en tu crecido norte,
un cromatismo enloquecido.

La tinta que me escribe
te baila en tus manos.
Déjala despacio posar
en mi teórica llameante,
ella, te suscribe de lejos
un juramento promesa,
capaz de danzar siempre
con tu coordenada letra.

Mi blanca página, es espacio
olvidado, testigo quiere ser
de la fogosidad de tu hombría
delineando el punto más álgido.
Siempre, ese atrevido vértice
que te coquetea desde su centro
con destreza,  y mis caderas
moviéndose en tu imaginación
celosa de tu arte al imaginarme.



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